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Nota de autor
(...) Dicha «sonetografía» es el resultado de varias anotaciones ensambladas durante julio de 2021, a la búsqueda de las posibilidades que me pudiera ofrecer el soneto para una reflexión didáctica sobre la gran aportación de Emilia Pardo Bazán como novelista, periodista, ensayista, poeta, dramaturga, crítica literaria, traductora, editora, conferenciante y catedrática. Activa «influencer» en los ámbitos cultural, social y político de su época; visionaria y adelantada a su tiempo, que enalteció como nadie la libertad y los derechos de la mujer.
Aclararos, que el poema no sigue de forma estricta un orden cronológico, entre otros motivos, porque en cinco sonetos es matemáticamente imposible recoger la biografía y la obra inmensa de la autora. Pero era obligado para mí escribir estos versos (en total setenta, como la edad con la que nos dejó ella) y escogerlos como última publicación que hago en 2021; rimas que aventurado presento bajo aquel retrato que de Emilia Pardo Bazán (con treinta) hizo en 1881 (hace 140) el dibujante asturiano José Cuevas (Oviedo, 1844-Madrid, 1929/30) y editó por entonces, La Ilustración Gallega.
poema:
‘Sonetografía’ de Emilia Pardo Bazán
*****
José A. Callejón
Vieran transcurrir decimonónico
tiempos de revolución conquistas
de autoras reinventando revistas
con mimbres del machismo hegemónico.
De ese elenco insigne de escritoras,
desde día que honró al Padre Feijoo,
Emilia Pardo Bazán incoo
sin «doma», educación de señoras.
Misóginos Caínes su inventiva
no abaten. Sí, estrenos dramáticos,
por dar a damas psicologismo
y primer plano, combativa,
e izar principios democráticos
como Giner de los Ríos krausismo.
Tras leer a Homero y Biblia en niñez,
con sus rimas primeras loó a España
frente a rival marroquí, y acompaña
quijotesca al carlismo hasta vez
que, tras el derrumbe marital,
romanticismo otea tolerancia
sin la influencia de Quiroga rancia,
quien Cuestión Palpitante cree sal
que apóstata echó a decencia herida
por capricho de hacer libertad
de mujeres sorteando alazán
muros que les negaran cabida
a tribuna en la universidad
o en la Real Academia a «caimán».
Va a tono de Galaica Revista
Nuevo Teatro Crítico a prever
la Biblioteca de la Mujer,
blasón de educación feminista.
De crítica aviva en rotativos
lides. Y tras ir a Expo, a la Galia,
y corresponsal ser en Italia,
con libros de viajes inclusivos.
Cosmopolita y muy lenguaraz
prologó y trascribió de Stuart Mill
sagaz La esclavitud femenina.
E ídem de Augusto Bebel, vivaz
La mujer y el socialismo en mil
ochocientos noventa y tres mina.
«Filmó» su narrativa calañas
y humos que ondea barbacoa,
plasmando de los Pazos de Ulloa
decadencia envuelta en telarañas.
Asimismo fue fabricadora
de un género policial con sello
«pardobazaniano». Del degüello,
gota de sangre es precursora.
Concluyendo siglo diecinueve
violencia de género sus cuentos
denuncian. Da encaje roto pistas
prior a un «mujericidio», y remueve
conciencias después de recuentos
de crímenes infames machistas.
Cien años cumple doña Emilia
en Olimpo. Y aún desde hemerotecas
hispánicas, desde bibliotecas
como la que Galdiano a ella afilia,
llegan borradores, manuscritos,
epístolas… salvo hojas prohibidas
de Benito, por desinhibidas,
que no empañan, humanizan mitos.
Mas nunca llevó a lo Émile Zola
la Madre Naturaleza el incesto
a acrimonia irrefutable aspectual.
Ni a Ibsen o a los Goncourt la española
como a Tolstoi y a Dostoiesvki oleó gesto
hacia su quimera espiritual.
© José A. Callejón
Grabado y mezclado en
Smartphone Redmi 6A
el domingo 19 de diciembre de 2021
en Balerma, Almería, España
- Genre
- Arte Dramático