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Escuche el comentario de la curadora Megan Fontanella contando cómo llegó la colección de Justin Thannhauser al Solomon R. Guggenheim Museum.
Megan Fontanella: Soy Megan Fontanella, curadora de arte moderno y procedencia del Guggenheim Museum de Nueva York.
La Colección del Guggenheim ha evolucionado y aumentado a lo largo de los años, y un capítulo especialmente positivo para nosotros fue la incorporación de la Colección Thannhauser en la década de 1960. Se trata de un grupo de objetos que el museo recibió de Justin K. Thannhauser, un distinguido historiador del arte y coleccionista de comienzos del siglo XX. El museo no contaba con ejemplos significativos de artistas de las vanguardias del siglo XIX, por lo que la colección supuso una gran aportación a la historia del museo al añadir ese capítulo adicional del impresionismo y el posimpresionismo. Una pequeña selección de la Colección Thannhauser se ha expuesto permanentemente en el Guggenheim desde su llegada al museo en 1965.
El padre de Thannhauser, Heinrich, fundó la Moderne Galerie en Múnich en 1909, donde presentaba a artistas franceses del siglo XIX y artistas alemanes contemporáneos. Heinrich brindó este espacio verdaderamente decisivo como punto de encuentro de artistas más experimentales, como Vasili Kandinsky, Franz Marc y Gabriele Münter. Y es un legado que comenzó muy pronto.
Justin comenzó a trabajar en la galería de su padre desde muy joven y se puso al frente de la administración del negocio familiar, además de formar su propia colección personal. A partir de la década de 1940, cuando Justin Thannhauser y su familia ya se encontraban en Nueva York, es cuando la colección realmente se consolida. Y comenzó a perfilarse la idea de un lugar dónde albergarla.
Justin ofrecía su apartamento de Nueva York con cita previa para los visitantes que querían ver la colección. Y fue gracias a la relación personal que mantenía con nuestro entonces director, Thomas Messer, que vivía enfrente de Justin K. Thannhauser y su segunda esposa, Hilde, que surgió la idea de conservar una parte de la colección privada de Thannhauser en el Guggenheim.
Se trataba de un arte que aún era novedoso, todavía no se habían convertido en los iconos del impresionismo, es decir, los artistas y las obras impresionistas tal y como los conocemos hoy en día, en el siglo XXI. Y es importante recordar que aquello era un acto de fe en muchos sentidos, que realizaban tanto Thannhauser como Solomon Guggenheim al formar sus colecciones, a las se sentían profundamente unidos.
La Colección Thannhauser no solo amplió considerablemente la historia que contamos a través de nuestra colección de arte, sino que el espíritu del que hizo gala la familia Thannhauser, su postura a favor del arte experimental y el apoyo a la innovación, era algo que compartía con nuestro fundador, Solomon R. Guggenheim. Me refiero a la idea de coleccionar el arte de su propio tiempo y, en ocasiones, de explorar los límites, de respaldar a los artistas jóvenes y emergentes. La Colección Thannhauser representa verdaderamente ese espíritu.
Justin K. y Hilde Thannhauser con una maqueta del ala Thannhauser del Solomon R. Guggenheim Museum, ca. 1963
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