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LRC Devocional Gn.47.28-48.14
Palabras claves: Jacob Israel José Efraín Manasés Bendición Dios
Recordamos por un momento el V27: “Así habitó Israel en la tierra de Egipto, en la tierra de Gosén; y tomaron posesión de ella, y se aumentaron, y se multiplicaron en gran manera.”
28. Y vivió Jacob en la tierra de Egipto diecisiete años; y fueron los días de Jacob, los años de su vida, ciento cuarenta y siete años.
29. Y llegaron los días de Israel para morir, y llamó a José su hijo, y le dijo: Si he hallado ahora gracia en tus ojos, te ruego que pongas tu mano debajo de mi muslo, y harás conmigo misericordia y verdad. Te ruego que no me entierres en Egipto.
30. Mas cuando duerma con mis padres, me llevarás de Egipto y me sepultarás en el sepulcro de ellos. Y José respondió: Haré como tú dices.
31. E Israel dijo: Júramelo. Y José le juró. Entonces Israel se inclinó sobre la cabecera de la cama.
Gn.48.1-14:
1. Sucedió después de estas cosas que dijeron a José: He aquí tu padre está enfermo. Y él tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraín.
2. Y se le hizo saber a Jacob, diciendo: He aquí tu hijo José viene a ti. Entonces se esforzó Israel, y se sentó sobre la cama,
3. y dijo a José: El Dios Omnipotente me apareció en Luz en la tierra de Canaán, y me bendijo,
4. y me dijo: He aquí yo te haré crecer, y te multiplicaré, y te pondré por estirpe de naciones; y daré esta tierra a tu descendencia después de ti por heredad perpetua.
5. Y ahora tus dos hijos Efraín y Manasés, que te nacieron en la tierra de Egipto, antes que viniese a ti a la tierra de Egipto, míos son; como Rubén y Simeón, serán míos.
Aquí vemos un dato curioso, ponga atención a lo que está sucediendo. Jacob invierte el orden de esos dos nietos, Efraín y Manasés.
Debía haber nombrado al mayor, Manasés y Efraín. Jacob dice que esos dos nietos son sus hijos.
Los derechos y privilegios del primogénito, de Manasés, pasan a Efraín.
6. Y los que después de ellos has engendrado, serán tuyos; por el nombre de sus hermanos serán llamados en sus heredades.
7. Porque cuando yo venía de Padan-aram, se me murió Raquel en la tierra de Canaán, en el camino, como media legua de tierra viniendo a Efrata; y la sepulté allí en el camino de Efrata, que es Belén.
8. Y vio Israel los hijos de José, y dijo: ¿Quiénes son éstos?
9. Y respondió José a su padre: Son mis hijos, que Dios me ha dado aquí. Y él dijo: Acércalos ahora a mí, y los bendeciré.
10. Y los ojos de Israel estaban tan agravados por la vejez, que no podía ver. Les hizo, pues, acercarse a él, y él les besó y les abrazó.
11. Y dijo Israel a José: No pensaba yo ver tu rostro, y he aquí Dios me ha hecho ver también a tu descendencia.
José había pensado durante muchos años que José había muerto, sus hermanos lo habían engañado haciéndole creer que José había sido muerto, comido por las fieras.
Ahora lo ve, ve a sus nietos.
12. Entonces José los sacó de entre sus rodillas, y se inclinó a tierra.
13. Y los tomó José a ambos, Efraín a su derecha, a la izquierda de Israel, y Manasés a su izquierda, a la derecha de Israel; y los acercó a él.
14. Entonces Israel extendió su mano derecha, y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su mano izquierda sobre la cabeza de Manasés, colocando así sus manos adrede, aunque Manasés era el primogénito.
Tome nota de eso que está sucediendo. José presentaba sus hijos y los coloca de manera que la mano derecha de Jacob reposará sobre la cabeza del mayor y la izquierda sobre el menor.
Pero Jacob adrede pone sus manos de manera contraria dando a Efraín el primer lugar.
Jacob por su vejez ya no veía, estaba ciego, pero sabía muy lo que estaba haciendo, Jacob está actuando a sabiendas.
Esa bendición pasa a cada uno de los que hemos nacido de nuevo. La promesa de la bendición del pacto Abrahámico pasa de una generación a otra, esa bendición es también para nosotros.
Dios te bendiga
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